sábado, 4 de junio de 2011

Poblanos en la ermita de la Virgen de la Soledad

Continúa la estancia que el arzobispo de Puebla de los Angeles, D. Víctor Sánchez Espinosa, acompañado de su obispo auxiliar D. Eugenio Lira Rugarcía, está realizando en Baños de Fitero, concretamente, en el balneario Virrey Palafox, y, tras la bendición de la arqueta en la que desde mañana se conservarán las reliquias del futuro Beato Juan de Palafox y Mendoza, que viajarán a México tras la ceremonia de beatificación que se celebrará mañana en la catedral soriana del Burgo de Osma, hoy han completado otra etapa más en su peregrinaje palafoxiano.
Los obispos poblanos han concelebrado, a mediodía de hoy, a las 12 de la mañana, una misa en honor y recuerdo del fiterano que mañana dejará de ser Venerable para pasar a ser Beato, en la reconstruida ermita de la Virgen de la Soledad (Baños de Fitero). Entre el poco más de medio centenar de personas que hemos asistido al entrañable acto destacaban el Consejero Delegado y el Director de Baños de Fitero, así como el alcalde de la Villa, Pachi Yanguas Fernández, y el Vicepresidente Tercero del Congreso de los Diputados del reino de España, Jorge Fernández Díaz, y buen número de socios de la asociación cultural Amigos del Monasterio de Fitero.
Me ha llamado la atención que buena parte de los asistentes se hayan parado a leer el cartel que describe la historia de esta ermita al comienzo de la senda que, entre pinos, conduce a ella desde el balneario Virrey Palafox. Por lo que aprovecho para agradecerle a mi amigo Iñigo Beldarrain Iraola que, cuando estuvo al frente de la Oficina de Turismo de Fitero, se preocupara por integrar esta ermita en la red de ermitas de la Ribera de Navarra así como que tuviera la amabilidad de recordar que fue un servidor quien, en 1979, descubrió las ruinas arqueológicas de esta ermita, reconstruida en 2000, con motivo del cuarto centenario del nacimiento de Juan de Palafox y Mendoza en Baños de Fitero, gracias al interés e impulso que durante la última docena de años, ha venido dedicando ininterrumpidamente Jorge Fernández, vallisoletano con raíces fiteranas y buen palafoxiano donde los haya.