viernes, 28 de enero de 2011

La Peña del Saco no está en Fitero sino en La Rioja

El pasado miércoles 19, el Diario de Navarra publicó una crónica, firmada por el cirbonero Francisco Romera, acerca de la primera de las "jornadas históricas" de Fitero (sic, jornadas que hacen Historia, aunque creo que se deben referir a jornadas acerca de la Historia de Fitero, que no es lo mismo, claro) que está patrocinando su Ayuntamiento. En ella se recoge que el ponente “enumeró los diferentes yacimientos prehistóricos en torno a la localidad, como los de Montecastillo, Ormiñén, La Morería, Tudején, Sancho Abarca y la Peña del Saco. Calificó a esta última, de entre los siglos VI y V antes de Cristo, como quizás el más importante “porque allí residieron los primeros fiteranos"."
No queda claro si el cronista malinterpretó lo expuesto en esa charla o si recogió fielmente lo que en ella se expuso, en este caso, dejando constancia de tan palmario error. El caso es que, en definitiva, la crónica transmitió una información incorrecta y perniciosa para el conocimiento de la Historia de Fitero ya que, por definición, se supone que los primeros fiteranos debieron habitar en el solar que hoy pertenece al término municipal de esta villa y da la casualidad de que, de todos los citados, el yacimiento de la Peña del Saco, como todo este monte que, aunque está enfrente de Baños de Fitero, es el único que no está en Fitero y que ni siquiera está en Navarra, sino en la vecina localidad riojana de Cervera del Río Alhama.
Si se quiere hablar con propiedad, habría que decir que los primeros fiteranos fueron los celtas que hubo en el cabezo de Pañetero o Peña de Fitero. Cuyo yacimiento arqueológico, por cierto, fue objeto de varias campañas financiadas por el Ayuntamiento de Fitero, con el apoyo del Consorcio EDER, hace menos de un lustro. Por lo que aún resulta más llamativo que desde el Ayuntamiento no se cuide la correcta promoción de este insigne yacimiento que, curiosamente, es el único fiterano no citado entre todos los enumerados en dicha crónica, y que tampoco se reaccione como debiera ante una información errónea como la que desafortunadamente publicó el Diario de Navarra.

lunes, 24 de enero de 2011

El monasterio de Fitero necesita un Plan Director

No faltan muchos años para que se cumpla el segundo centenario de la Desamortización definitiva del monasterio de Fitero. En realidad, sólo queda un cuarto de siglo para conmemorar la solución que encontró Mendizábal para recaudar fondos con los que suplir el déficit del Estado, vendiendo las propiedades que habían pertenecido a las órdenes religiosas, entre las que se encontraba la de Cister y su monasterio de Fitero. Tras la cual, su templo, sacristía incluida, así como su claustro permanecieron en manos de la parroquia. Mientras que los otros edificios acabaron en manos particulares. Aunque algunos pertenecen ahora al ayuntamiento de la villa (sin ir más lejos, la sede municipal se alberga en la antigua hospedería del monasterio).
No es poco el dinero que lleva invertido el Gobierno de Navarra en la restauración del magnífico templo cisterciense y éste ha servido, además de para que se mantenga el culto, para acoger diversas actividades culturales como exposiciones y conciertos, entre los que destacan los ofrecidos por la maravillosa soprano María Bayo. Y cuando finalice el Plan Navarra 2012, con el que ya se ha restaurado el piso inferior de la crujía oriental, se espera que se haya intervenido también en las otras tres pandas, habiéndose reconstruido la esquina que se hundió en enero de 1893 y que se hayan restaurado completamente este claustro plateresco y su neoclásico sobreclaustro.
No obstante, ya ha pasado más de una década desde que se reconstruyera el edificio hundido en 1997, adjunto al claustro y que albergó el refectorio medieval y la moderna biblioteca monacal, y como casi todo este tiempo ha estado cerrado, convendría enmendar este proceder, planificando los usos a los que se van a destinar dicho edificio y el claustro. No importa que el Gobierno de Navarra mantenga la propiedad de la biblioteca, que obtuviera durante su reconstrucción en 2000, o que ésta vuelva a ser municipal, ni que el claustro sea de la Iglesia. Lo importante es que quien tenga competencias para ello ponga en marcha un Plan Director y le saque provecho a esta inversión, en beneficio de todos. A la vez que aumente el número de quienes visitan Fitero, promoviendo así su anhelado desarrollo socioeconómico y cultural.

viernes, 7 de enero de 2011

El claustro de Fitero espera su reconstrucción

El 10 de enero de 1893, Joaquín Aliaga, a la sazón, exfraile y entonces párroco de Fitero, remitió una instancia al Ministerio de Fomento solicitando que se declarasen como Monumento Nacional la iglesia y el claustro del desamortizado monasterio cisterciense de Fitero. Mientras esperaba la respuesta que nunca llegó, tuvo la desgracia de observar como, seis días después, se hundía irremediablemente la esquina suroeste y todo el techo de la panda oeste del claustro de Fitero. Lo que le llevó a insistir, por vía de urgencia, en julio de 1894 y como esta nueva solicitud tampoco dio ningún resultado, a pedir el apoyo de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, quejándose del inminente estado de ruina del ábside y del claustro. El nuevo intento del párroco volvió a naufragar en medio de este duelo de titanes pues, en esta ocasión, la Iglesia había topado con la Administración Pública y la respuesta que le llegó fue la de que le faltaba aportar el preceptivo informe de la Real Academia de San Fernando.
Tras diversas y dilatadas gestiones, finalmente, el 3 de junio de 1931 el monasterio de Fitero fue incluido en la larga lista de edificios que el Gobierno Provisional de la II República de España fueron declarados como Monumentos Nacionales. Recalificándose como Bien de Interés Cultural, tras la aprobación de la ley de Patrimonio Histórico Español, de 1985. Aún así, las sucesivas gestiones que se habían venido realizando para que se restaurara el hundido claustro, siguieron siendo infructuosas hasta que la restauración del claustro de Fitero fue incluida como uno de los proyectos del Plan Navarra 2012.
Afortunadamente, ya se ha intervenido en una de las 4 pandas o crujías del claustro, la oriental, en la que se encuentra la monumental sala capitular, verdadera joya del románico allá donde las haya. Y esperamos que, para cuando finalice el citado plan, se haya intervenido también en las otras tres y podamos decir que, tras 120 años de espera y gracias al Gobierno de Navarra, por fin se ha reconstruido el claustro de Fitero que nunca debió haberse dejado hundir.