Ha desaparecido la antigua placa que daba nombre a una de las entradas de la Calle Venerable Palafox, concretamente, la que hace esquina con la Calle del Pozo. La verdad es que era poco visible debido a la desafortunada ubicación de la señal de tráfico que había junto a ella y que, tras la remodelación de la fachada de la casa que da a ambas calles, sigue estando ahí.
Seguramente, la placa que reponga el Ayuntamiento de Fitero no tendrá la presencia de las antiguas placas de cerámica que hacían más atractiva la visita por las calles de la Villa, sino que será una de las chapas metálicas con las que durante la última década se viene señalando la denominación de las calles. Aunque así sea, ojalá que al menos aprovechen esta ocasión para renombrar la Calle Venerable Palafox como Calle Beato Palafox y así se haga un homenaje más al esperado acontecimiento celebrado este año.
Homenaje municipal que también sería aplicable a la Calle García Lahiguera que, desde este año, debería ser Calle Venerable García Lahiguera, si el Ayuntamiento decidiera plasmar en sus calles el reconocimiento que ambos fiteranos, Juan de Palafox (1600-1659) y José María García Lahiguera (1903-1989), han recibido este año por parte del Papa Benedicto XVI.