Antes de que desecaran la antigua laguna soriana de Añavieja, a mediados del siglo XIX -con la oposición de las poblaciones afectadas, como por ejemplo: San Felices, Cervera del Río Alhama, Fitero, Cintruénigo, Corella, Alfaro y Tarazona, por su influencia en el riego aunque, hoy en día, la oposición sería generalizada y basada en la defensa del Medio Ambiente-, se consideraba que ésta era el lugar en el que nacía el río Añamaza.
En realidad, como escribió el pamplonés Pascual Madoz, en 1845, se creía que el río Añamaza tenía su origen en la laguna de Añavieja, de la que se desprenden dos acequias o ramales; el uno que se dirige a Dévanos y toma este nombre; da movimiento a dos molinos harineros antes de llegar a dicho pueblo; en las inmediaciones de él impulsa las ruedas de otro y un batán, sigue su curso fertilizando varias labores; y pasando por los barrancos de los Cubos, sale del Partido de Ágreda y entra en el de Cervera [del Río Alhama], donde se le reúne al instante el riachuelo titulado de la Virgen del Butar, y el otro ramal de Añavieja, que con el nombre de Canal de San Salvador riega la vega de Valverde [pedanía de Cervera del Río Alhama] y sus ventas [derivándose también una acequia hacia los términos fiteranos del Tolco y de la Nava]; desde la confluencia de los repetidos ramales, [otra vez] toma el nombre de río Añamaza, riega la hermosa vega de este pueblo, de más de dos leguas de longitud, y siguiendo su curso en dirección Norte, va a desaguar en el río Alhama, a unos 400 pasos más abajo de los Baños de Fitero.
Sin embargo, tras desecar la laguna de Añavieja, se considera que es el río Manzano, que nace en la cercana villa de Trébago y que antiguamente desaguaba en ella, el origen del río Añamaza que sigue desembocando por la margen derecha del río Alhama delante de las ruinas de Tudején (despoblado de Fitero).
Todavía se conserva en Fitero el término de La Vega, esto es, La Vega del río Añamaza, que ya figuraba así en un mapa de principios del siglo XVII, mientras que el hidrónimo Añamaza figura en la documentación del cartulario del antiguo monasterio cisterciense de Fitero, desde 1153. Este término de La Vega hace referencia a la parte llana del valle del Añamaza, desde que entra en Fitero hasta que llega al paso o Vadillo, donde comienza a bordear el término de San Valentín de Tudején, antes de acabar entrando por Los Hortales en el propio valle del Alhama.