El fallecimiento de José Luis Armas Mayor, en 1927, condujo a la desaparición del equipo Calatrava F. C., que había fundado en 1924. Bueno, para ser más precisos, provocó la reorganización de los fiteranos aficionados al fútbol alrededor del nuevo equipo, Atalaya F. C., fundado por Bonificacio Frías Moreno, en 1928. Aunque los problemas económicos de este segundo equipo también condujo a su desaparición tras sólo tres años de historia. Tal como publicó Manuel García Sesma, quien también recogió los avatares de la tercera etapa del fútbol fiterano, publicando que hacia 1932, reapareció el Calatrava F. C., iniciando su segunda etapa. Fue su promotor Amadeo Andrés (portero) y lo formaron con él los defensas, José Ochoa Grávalos y Joaquín Mustienes; los medios alas José Huarte, Castor Ruiz de Mendoza y José María Pina; los extremos derecho e izquierdo, Luis Jiménez y Florencio Jiménez Carrillo; el delantero centro y capitán, Cándido Pina; los delanteros derecho e izquierdo, José María Jiménez y Domingo Calleja; y el 2.º portero, Cirilo Andrés. Tampoco tuvo una vida larga, pues estalló la Guerra Civil de 1936-39 y el equipo se disolvió. Paréntesis tras el que empezó la tercera etapa del Calatrava F. C., en las postrimerías de la Guerra, de una manera lánguida y decadente, y en ella figuraron José Andrés Yanguas, José Andrés Calleja, Francisco Magaña, Miguel Mesa, los hermanos Ciriaco y Félix Guarás, Rafael Urbano, Ignacio Bermejo, Jesús Marco y Ramón Yanguas. Este último se rompió una pierna en Fitero, en 1938, al jugar un partido con el Vegetariano de Tudela.
El Calatrava F. C. conoció una etapa más interesante -la IV- entre 1944 y 1950. Figuraron en sus equipos Ángel Falces, los hermanos José y Marcos Artal, Ramón González, Cirilo Alfaro, Nabor Fernández, Jesús Fernández Gracia, los hermanos Jesús y José Ángel Yanguas Jiménez, José María Viscasillas Yanguas, los hermanos Cirilo y Andrés Yanguas, Fernando Luis, Miguel Yanguas Bermejo, Carmelo Fernández, Juan Burgos, Félix Zapater, Jesús Fernández Berrozpe, José Muro, José María Martínez y los hermanos Francisco y Enrique Díaz. Jugaron numerosos partidos en Corella, Cascante, Monteagudo, Tudela, Pamplona, etc. a los que eran trasladados en el camión de Felipe Forcada. Por cierto que en Pamplona sufrieron el más serio descalabro, pues habiendo salido de Fitero a las 4 de la madrugada, para jugar a las 11, se encontraron con que el campo estaba completamente encharcado y, como ellos habían jugado siempre en campo seco, fueron derrotados por 7 a 0. Por fin, el Calatrava F. C. desapareció al comienzo de la década de los 50, sufriendo un eclipse de 20 años.
Agradezco a Jesús Fernández Gracia que me haya facilitado la fotografía de la alineación del Calatrava F. C. que, en 1947, ganó por 1 a 0 al equipo tudelano Arenas de Educación y Descanso, señalándome también que el gol lo metió Falces a un centro del extremo izquierda. Jugamos solamente medio tiempo, les dominamos todo él y el motivo de no meter más goles fue el que no se podía chutar a puerta porque estaba encharcada la portería del Arenas. Aunque la fotografía es en blanco y negro, se observa que el equipamiento del Calatrava F. C. mantuvo los colores del Atalaya F. C., que son los del actual club fiterano también denominado Calatrava F. C. Si bien, en esta cuarta etapa del fútbol fiterano, el escudo del equipo había pasado a ser una simple pero gran Cruz de Calatrava.
Agradezco a Jesús Fernández Gracia que me haya facilitado la fotografía de la alineación del Calatrava F. C. que, en 1947, ganó por 1 a 0 al equipo tudelano Arenas de Educación y Descanso, señalándome también que el gol lo metió Falces a un centro del extremo izquierda. Jugamos solamente medio tiempo, les dominamos todo él y el motivo de no meter más goles fue el que no se podía chutar a puerta porque estaba encharcada la portería del Arenas. Aunque la fotografía es en blanco y negro, se observa que el equipamiento del Calatrava F. C. mantuvo los colores del Atalaya F. C., que son los del actual club fiterano también denominado Calatrava F. C. Si bien, en esta cuarta etapa del fútbol fiterano, el escudo del equipo había pasado a ser una simple pero gran Cruz de Calatrava.