Pensaba esperar a que pasaran las elecciones del próximo domingo para comentar cómo habían recogido los programas electorales de las candidaturas municipales las sugerencias que vengo haciendo a través de estas líneas, así como de los comentarios y mejoras que éstas han venido y vienen generando en las redes sociales, tanto en las virtuales como en las reuniones presenciales. Sin embargo, como sólo se presenta un partido político, está claro quiénes van a ser los que van a formar la nueva Corporación Municipal y, por tanto, no se puede decir que este comentario forme parte de ninguna campaña electoral. De ahí que me haya decidido a publicarlo ahora.
Vaya por delante mi agradecimiento a quienes hayan preparado el programa electoral de quienes van a gobernar en el Ayuntamiento de Fitero pues hay que reconocerles que, de alguna forma, se han hecho eco de varias de la propuestas que he venido exponiendo a través de este medio. Así como animarles a que, una vez que tomen posesión de sus nuevos cargos, lo lleven a cabo pues contarán para ello con el apoyo de todos los fiteranos.
La más importante es la de la redacción de un Plan Director, esperando que no se quede sólo en las tareas de recuperación del Patrimonio Histórico de Fitero, como se dice explícitamente, sino que vaya más allá y también contemple su puesta en valor para que contribuya al desarrollo social, económico y cultural de los fiteranos y de quienes nos visitan. Plan que debería contemplar todos los elementos con valor histórico y artístico, estén físicamente pegados a la iglesia del desaparecido monasterio cisterciense de Fitero y su claustro, cuyas obras de restauración esperamos que terminen lo antes posible, o se encuentren dispersos por el casco urbano de la Villa o en su término municipal. Lo que sin duda conllevará realizar acuerdos con sus actuales propietarios, como también se dice que ya se va a empezar a tratar con los dueños del antiguo Palacio Abacial e, igualmente, se podría hacer con los de la nevera de San Valentín, la casa del Soto, el castillo de Tudején, las termas romanas que hay en el balneario Virrey Palafox, en Baños de Fitero, etc, etc. Así como, por ejemplo, preparar un plan para que éstos puedan acogerse a las ayudas que el Gobierno de Navarra ofrece anualmente para la mejora y conservación del Patrimonio Histórico que está en manos de propietarios particulares. Sin olvidar que también hay parte de las dependencias del antiguo monasterio de Fitero que son de propiedad pública, bien sea municipal, como por ejemplo el Teatro-Cine Calatrava, que se encuentra ubicado en el refectorio del monasterio y que, por lo visto, también está previsto en el programa electoral intervenir en él, o del Gobierno Foral, como es el caso de la reconstruida biblioteca que, por fin y tras más de una década, parece que también se le va a dar un uso, concretamente como Museo.
La más importante es la de la redacción de un Plan Director, esperando que no se quede sólo en las tareas de recuperación del Patrimonio Histórico de Fitero, como se dice explícitamente, sino que vaya más allá y también contemple su puesta en valor para que contribuya al desarrollo social, económico y cultural de los fiteranos y de quienes nos visitan. Plan que debería contemplar todos los elementos con valor histórico y artístico, estén físicamente pegados a la iglesia del desaparecido monasterio cisterciense de Fitero y su claustro, cuyas obras de restauración esperamos que terminen lo antes posible, o se encuentren dispersos por el casco urbano de la Villa o en su término municipal. Lo que sin duda conllevará realizar acuerdos con sus actuales propietarios, como también se dice que ya se va a empezar a tratar con los dueños del antiguo Palacio Abacial e, igualmente, se podría hacer con los de la nevera de San Valentín, la casa del Soto, el castillo de Tudején, las termas romanas que hay en el balneario Virrey Palafox, en Baños de Fitero, etc, etc. Así como, por ejemplo, preparar un plan para que éstos puedan acogerse a las ayudas que el Gobierno de Navarra ofrece anualmente para la mejora y conservación del Patrimonio Histórico que está en manos de propietarios particulares. Sin olvidar que también hay parte de las dependencias del antiguo monasterio de Fitero que son de propiedad pública, bien sea municipal, como por ejemplo el Teatro-Cine Calatrava, que se encuentra ubicado en el refectorio del monasterio y que, por lo visto, también está previsto en el programa electoral intervenir en él, o del Gobierno Foral, como es el caso de la reconstruida biblioteca que, por fin y tras más de una década, parece que también se le va a dar un uso, concretamente como Museo.
La clave está en que el Plan Director sea un plan, algo planificado, con resultados esperados en determinados plazos y con su correspondiente presupuesto, en contraposición al suceso casual de ciertos acontecimientos que favorezcan la conservación del rico Patrimonio Histórico de Fitero y la explotación de la fuente de riqueza que debiera ser para los fiteranos. Si la solución pasa por generar un producto turístico de Fitero, como se propone en el citado programa electoral: hágase. Aunque, personalmente, esa denominación me suena a algo orientado al consumo, no se si masivo o de mayor calidad pero, desde luego, no es algo que parezca muy atractivo. En cualquier caso, como vengo diciendo hace mucho, mucho tiempo: mejor que se haga algo positivo frente a que no se haga nada o, lo que es peor, que veamos como se van estropeando o perdiendo los recursos culturales que hemos heredado de nuestros antepasados. Para muestra un botón: la pérdida del rico patrimonio del recientemente desaparecido convento de las Clarisas de Fitero o, como las conocíamos coloquial y cariñosamente: las Monjillas.
En realidad, si se consulta el libro del Tesoro del Patrimonio Histórico de Fitero (se puede descargar una versión digital completa a través de la página web del Ayuntamiento de Fitero), se podrá ver que con muy poco trabajo se podrían tener las fichas de un verdadero inventario de los bienes muebles e inmuebles que lo componen, pasar a declararlos como Bienes de Interés Cultural, en la categoría que le corresponda a cada uno de ellos y, a partir de ahí, planificar cómo gestionar estos recursos culturales por medio del citado Plan Director. En lugar de seguir con actuaciones puntuales y aisladas, por muy buenas que sean, como por ejemplo la de la creación de un museo parroquial en las dependencias de la antigua iglesia abacial para albergar el Tesoro del Monasterio de Fitero, esto es, la magnífica colección de arquetas, reliquiarios, etc. Eso sí, esperemos que sean los objetos originales y no simples reproducciones por muy bien hechas que estén, claro.
También es de agradecer que se esté promoviendo la realización de excavaciones arqueológicas, como las que ahora están en curso en el claustro o las que se hicieron en las dependencias del primer monasterio cisterciense, el de Castellón que luego fue conocido como el de Fitero y en el que habitó San Raimundo de Fitero, o las que se hicieron hace más de un lustro en Pañetero o las que podrían realizarse en algunos otros importantes yacimientos que alberga también el término municipal. Sin embargo, si los resultados de estas excavaciones no se publican, ni se hace partícipes de sus resultados a los fiteranos Plan Director, no serán mas que nuevos ejemplos de cómo no deberían seguir haciéndose las cosas.
Finalmente, quiero reiterar mi agradecimiento por la sensibilidad que el programa electoral también muestra por la rehabilitación del templete del Humilladero y esperemos que el proyecto se haga público pronto pero, sobre todo, que se lleve a cabo antes de que haya que reconvertirlo en un proyecto de reconstrucción. Sin duda, los artículos publicados en este medio, así como los trabajos previos y especialmente, la repercusión y la movilización ciudadana que ha generado y siguen generando estas líneas en las redes sociales comienzan a dar sus frutos: Enhorabuena y gracias a todos los que se han sensibilizado y movilizado por la mejora y el progreso de Fitero pues entre todos estamos consiguiendo que las autoridades también hagan de estos valores algo tan importante como para que los incluyan en sus programas electorales, esto es, en lo que nos prometen que van a hacer por nosotros para que les demos nuestros votos: ¡Ahí es nada!