La historia de los equipos de fútbol que ha habido en Fitero fue publicada por Manuel García Sesma, quien registró que solo data de 1924, [año] en que se fundó el Calatrava F. C., con el apoyo moral y material del entusiasta animador, José Luis Armas, y de Miguel Yanguas Lozano, el cual cedió temporal y gratuitamente el primitivo campo de juego, situado en el terreno en que se levantó más tarde la factoría INITESA [hoy conocida como Nueva Navarra S.A.]. Otros protectores iniciales fueron Ángel Francés, Manuel Pueyo y Pablo Larrea. El club tuvo su domicilio social en la hojalatería del Cursia, Calle de la Iglesia, n.º 2, donde está instalado actualmente el comercio de Javier Falces [hoy es la parte trasera de la Casa Rural La Hospedería del Monasterio]. El capitán del equipo fue Ángel Yanguas Aliaga (delantero centro), y los demás jugadores Isidro Magaña, Marino Falces, Francisco Muro, Luis Jiménez, Florencio Marco, Amadeo Yanguas, Cruz y Victoriano Martínez, Manuel Alfaro Santesteban, José Burgos, Jacinto Mesa, Tomás Ruiz de Mendoza Jr., Víctor Huarte (portero) y Carmelo Mustienes (árbitro). Los jugadores del Calatrava compitieron, en numerosas ocasiones, con los equipos de los pueblos más cercanos, siendo su partido más memorable y accidentado el que jugaron en 1925 con el Turiaso de Tarazona: partido que ganaron los fiteranos, en la misma ciudad, por 3 goles a 1. Los del Turiaso armaron ya un escándalo al principio, porque el Calatrava llevó a dos jugadores tudelanos: uno de ellos, Prudencio Remacha, el ferretero, y al perder, despidieron a los fiteranos a pedradas. Pero la pedrea no debió ser muy fuerte, porque ninguno volvió descalabrado. Tal triunfo exaltó a los "hinchas" del equipo local, que compusieron unas coplas, con este estribillo: En Tarazona hemos jugado, Por tres a uno hemos ganado.
En cambio, en Aguilar del Río Alhama, a donde fueron a inaugurar su campo, aunque también ganaron a los de allí, fueron obsequiados con cena y baile.
A pesar de todo, el club duró poco, pues entre la juventud fiterana no había cundido todavía el espíritu deportivo, y al morir José Luis Armas, en enero de 1927, el Calatrava se desmoronó en poco tiempo. Su escudo era de color rojo, con un balón de color cuero en el centro; y su traje deportivo, pantalón corto azul y camiseta rayada roji-blanca.
No estaría mal que en el actual club de fútbol fiterano se recordaran los orígenes del Calatrava F. C. y, particularmente, a sus principales promotores: el comerciante José Luis Armas Mayor, y Miguel Yanguas Lozano, verdaderos pioneros de este deporte en la Villa. Quizá otro buen detalle a tener en cuenta por el actual equipo de fútbol y por su Junta Directiva podría ser el de recuperar para el segundo equipamiento oficial del club rojillo actual los colores que lució este primer Calatrava F. C. Esto es, alternar la camiseta roja oficial, cuando no se pueda jugar con ella, por la camiseta roji-blanca, que pasaría así a formalizarse como segundo equipamiento oficial del Calatrava F. C. Ya que el pantalón corto azul permanecería invariable en ambos casos. Eso sí, habría que mantener el uso de las botas reglamentarias ya que no parece que sea una buena idea volver a jugar con alpargatas, como hacían los primeros jugadores del Calatrava F. C.