domingo, 2 de octubre de 2011

La bandera de Fitero

En las grandes fiestas fiteranas, los hijos de esta Villa miramos con respeto y emoción nuestra bandera cuando ondea en el Ayuntamiento o recorre las calles con la Corporación. Algunos foráneos se admiran cuando los Concejales inclinan la cabeza al entrar en la Casa Consistorial, como lo hacían nuestros antepasados, o cuando algún anciano se descubre o se levanta a su paso. ¡Hermoso Homenaje! a diversos símbolos e imágenes, unos arraigados en la más noble tradición y otros más o menos olvidados, pero todos presentes en la historia local desde los momentos en que Fitero se constituyó en una villa a la sombra de su abadía, allá por el siglo XVI. Así comenzaba el texto sobre La Bandera de Fitero, que Ricardo Fernández Gracia y un servidor publicamos en el Programa de Fiestas de Fitero, de 1983.
A continuación explicamos por qué el Estandarte de la Vera Cruz fue la primera enseña municipal ya que a lo largo de la Edad Moderna y buena parte de la pasada centuria [el siglo XIX] la villa de Fitero no poseyó otra bandera que el pendón de la Cofradía de la Vera Cruz. Esta hermandad figura entre las más antiguas de Fitero, junto a las de San Miguel, Santa Lucía y Santísimo Sacramento, todas ellas fundadas en tiempo del Abad don Fray Martín Egüés y Pasquier, en la primera mitad del siglo XVI. El patronato municipal sobre esta cofradía correspondió al Regimiento (Ayuntamiento) que todavía en 1805 nombraba al abad y mayordomos de la misma "en conformidad del estilo y costumbre observada inviolablemente desde inmemorial".
Cuando el Concejo acudía en Corporación a los actos cívicos y religiosos lo hacía siempre acompañado del citado estandarte en el que figuraba una Cruz. En destacadas páginas de la historia local, como en 1675, con motivo del famoso amotinamiento de los vecinos contra el monasterio, se alude a la presencia del citado emblema "como símbolo de la amenazada libertad de los fiteranos".
De 1883 data el encargo de una bandera "para las procesiones y otros actos públicos por estar la vieja inútil", de la que no poseemos más detalles por ser así de escueta la referencia del libro de cuentas.
En plena etapa de la Restauración Monárquica, concretamente en la sesión del Ayuntamiento del 17 de julio de 1881 se tomó el acuerdo de confeccionar una bandera blanca y tapices para los balcones. De la citada bandera poseemos un testimonio gráfico de 1916.
Como dato significativo de esta época, señalamos la existencia desde fines del siglo XIX de dos banderas blancas, una para los días más señalados y otra para las fiestas simples.
Cuando hace unas décadas, en 1945, se procedió a bordar y pintar el pendón actual se puso especial cuidado en que sus motivos, colores y adornos fuesen los mismos que los de la bandera de 1881, que para estas fechas estaba muy deteriorada. En la copia fidedigna, realizada por las Hermanas de Santa Ana, campean sobre fondo blanco los siguientes motivos:
Virgen de la Barda, que figura de forma preferente, por ser la Patrona de la Villa, pintada en un óvalo en el centro de una cara; viste delantal blanco y manto azul.
Cruz de color madera en el centro de un óvalo en la otra cara, orleada con las inscripciones: In hoc signo vinces y Es de la Villa de Fitero. Este motivo responde al pendón secular de Fitero, concretizado, como hemos visto, en el estandarte de la Vera Cruz, y que el Ayuntamiento del siglo XIX no dejó perder, incluyéndolo en una zona destacada de la nueva bandera.
Escudo de la Villa localizado en dos ángulos de cada una de sus caras. En la [bandera] de 1881 aparece un escudo ovalado y cortado en cuyo campo superior hay Romero y en el inferior una Parra sobre campos diferentes, en tanto que en la actual [la de 1945] el Romero ha pasado de arbusto a un incipiente árbol por una mala interpretación del anterior. En el artículo también incluíamos una reseña de los orígenes del Escudo de Fitero, remontándose al primer escudo que fue impugnado por el monasterio en 1653 y su relación con la propiedad que la Villa tenía entonces en Ormiñén.
Cruz de Calatrava pintada en los dos ángulos contrarios a los del escudo de la Villa. El hecho de figurar estas cruces hay que relacionarlo con la memoria de San Raimundo, primer abad de Fitero y fundador de la Órden [Militar] de Calatrava. De este período entre siglos datan la dedicación de la Calle Calatrava, Paseo de San Raimundo y la erección de su primer monumento.
Adornos utilizados son unos rameados vegetales bordados a todo color que sirven para unir los escudos de la Villa y las Cruces de Calatrava. Los óvalos centrales se orlan por un simbólico laurel y se rematan por coronas reales.
En 1998, el Ayuntamiento encargó una nueva Bandera de Fitero para reemplazar al ya viejo y maltrecho ejemplar de 1945, manteniendo fielmente la reproducción de todos los motivos de su anverso aunque no así los de su reverso pues en éste sólo conservó la Vera Cruz del óvalo central y los motivos que había a su alrededor.
Aunque desde hace un par de legislaturas, la Bandera de Fitero que ondea en los edificios oficiales de la Villa ha quedado casi irreconocible pues el Ayuntamiento decidió reemplazarla informalmente o de facto, simplificando la Bandera de Fitero o, mejor dicho, sustituyendo ésta por una Bandera Blanca con el actual Escudo de Fitero en su centro en una cara y completamente lisa y blanca por la otra cara.
De modo que podemos decir que, hoy en día, casi no hay distinción entre la Bandera y el Escudo de Fitero, habiéndose sustraído así a los fiteranos el simbólico significado de cada uno de los motivos que formaban parte de la gloriosa Bandera de Fitero.