viernes, 2 de diciembre de 2011

Fitero, cuartel general de los realistas en la Ribera

Tras las infructuosas incursiones previas por la Ribera de Navarra, según el parte de guerra del 14 de agosto de 1822, los facciosos de Navarra, al mando del ex-Guardia de Corps [y capitán] Salaberri, resentidos del espíritu constitucional que anima a la milicia voluntaria, a la legal y a todos los vecinos de esta villa [Cervera del Río Alhama], incomodados de su exaltación y del empeño con que han perseguido siempre a los enemigos del sistema constitucional; vivamente irritados por la aprehensión de algunos caballos y cuatro facciosos, que condujeron a las cárceles de Ágreda, y por la ocupación de 18 fusiles y varios vestuarios que cogieron en Fitero, reservados para los facciosos en virtud de orden verbal dada por uno de ellos, y convencidos de que la actividad incesante de los cerveranos, su decisión, valor y resolución de morir libres o sepultarse bajo las ruinas de su patria, como lo han comprobado bien, no dejando las armas de la mano desde el 15 de julio último, eran un obstáculo insuperable para llevar a efecto los planes de [Francisco Javier de] Eguía [y López de Letona] y de [Vicente] Quesada, tomaron la resolución de ver si podían seducirlos con engaños a la francesa, prometiéndoles el olvido de lo pasado, a cuyo fin les dirigieron el siguiente oficio:
 Ejército Real de Navarra - Dragones del Soberano
Debiendo llevar a efecto las órdenes que se me han comunicado por S. E. la Junta Gubernativa del ejército Real de Navarra, Aragón y Castilla la Vieja, autorizada por el comandante general del dicho ejército, el mariscal de campo D. Vicente Quesada, como demuestra la copia del original que obra en mi poder, y es como sigue:
Teniendo en consideración las circunstancias que concurren en vmd. [el cirbonero Salaberri], y la de su segundo ayudante mayor de este ejército, he resuelto conferirle el encargo de pasar a la Ribera, Castilla y Aragón, dirigiendo la caballería, con el objeto de aumentarla y organizarla cuanto sea posible, de acuerdo con el teniente coronel D. Gregorio Garcés, hasta que se reúna el comandante general de la misma, con quien acudirá vmd. entonces.
Para el efecto autorizo a vmd. a sacar de los pueblos todos los caballos y monturas, como también el armamento que se encuentre, dando recibos de ellas con su tasación, si hubiere lugar. También recogerá los uniformes que encuentre, y armará la infantería que le sea posible, recogiendo todos los fondos que se llama de bienes nacionales, y embargando los frutos de la misma especie.
Los caballos que se recojan serán distribuidos por vmd. y el teniente coronel D. Gregorio Garcés, sin intervención de otra persona, cuidando de dar los mejores a los más graduados o antiguos, cuando sus propios dueños no se presenten a servir con ellos.
Para llevar a efecto esta importantísima comisión hará vmd. responsables a todas las justicias, a fin de que cooperen al intento, y tomará las demás providencias que crea conducentes a su logro, sin omisión ni contemplación alguna, de la que haré a vmd. en su caso responsable. = Dios guarde a vmd. muchos años. = Cuartel General de Iso a 12 de Julio de 1822. = El comandante general Vicente Quesada.= Sr. D. Fermín Echevarri y Salaberri.
Para evitar consecuencias funestas he tomado la determinación de dirigir a V. S. este mismo oficio, a fin de que por su parte coopere al debido cumplimiento de esta Real orden, haciéndolo presente al señor comandante de la milicia, tanto voluntaria como local, para que reunidos todos en el punto que vmd. tenga por conveniente, tratemos  acordes de la entrega pronta y formal de los expresados artículos; lo que espero se servirá hacer con exactitud, para por este medio lograr se evite la efusión de sangre, y demostrar somos todos españoles, olvidando todo resentimiento bajo nuestra palabra de honor. = Dios guarde a V. muchos años. Cuartel General de Fitero 8 de Agosto de 1822.= Gregorio Garcés = Fermín Salaberri = Sres. alcaldes y comandante de la milicia de Cervera.
Sin embargo, los cerveranos no sólo no respondieron como esperaban los realistas sino que, en menos de una semana, les hicieron frente en los alrededores de Baños de Fitero, expulsándoles de nuevo de la Ribera.