Se trata de uno de los edificios más singulares de la Villa y se le conoce popularmente como la Casa Barco, seguramente porque su estructura, en general, y también particularmente la fila de ventanas circulares de su penúltimo piso, recuerdan la forma del puente de mando de un barco. El curioso mirador circular de su ático debió ser el punto más alto de Fitero, al estar construido este edificio en uno de los lugares más altos del municipio en los que se había edificado hasta entonces. Aunque ya no sea así, el edificio no deja de tener un encanto especial para la Villa.
Este inmueble de la Parcela 2423 de la Avenida Pío XII / Calle Mayor, cuya fachada hace años que está pidiendo un arreglo, también está sujeto a Protección Ambiental de acuerdo con el catálogo del vigente Plan Municipal de Urbanismo. Por lo que no estaría nada mal que el Ayuntamiento se decidiera a tomar medidas al respecto, con éste y con el resto de inmuebles incluidos en el catálogo del Patrimonio Arquitectónico de Fitero. Quizá, como ya les propuse hace un par de legislaturas a quienes entonces administraban el gobierno municipal, además de que sería bueno que les comunicaran a sus propietarios en qué condiciones debían conservarse este tipo de inmuebles y qué medidas debían adoptarse, tanto por parte de ellos como de la administración local, también podrían desde ésta coordinar las solicitudes de ayudas que para este tipo de edificios venía convocando todos los años el gobierno foral de Navarra, como parte del más que necesario Plan Director del Patrimonio de Fitero. La verdad es que dudo de que hayan hecho ni una cosa ni la otra pero como nunca es tarde si la dicha es buena y, en este caso, los beneficiados serían todos los fiteranos, tanto los propietarios de los inmuebles en cuestión como los que paseamos por sus calles, así como los que se interesan por visitar Fitero y disfrutar de los encantos y atractivos de la Villa, no estaría mal que lo reconsideraran. Especialmente si, por fin, se pone en marcha el citado Plan Director.