En los restaurantes, hoteles, comercios en general, etc hace décadas que está vigente aquello de que el cliente siempre tiene la razón. En las organizaciones empresariales dedicadas a todo tipo de negocios se habla de orientación al cliente o vocación de servicio, que viene a ser lo mismo.
La mayoría de las personas aprovechamos horarios fuera de oficina, entre semana, quiero decir, o, sobre todo, los fines de semana, los puentes y las vacaciones para viajar y conocer cosas que, aunque estén cerca y, a veces, muy cerca, no podemos disfrutar de ellas.
Gracias a que hay personas que trabajan a la hora de comer, por ejemplo, otros podemos disfrutar de una buena comida o cena fuera de casa. Si sólo se pudiera comer o cenar en horario de oficina los restaurantes tendrían muy poco éxito. Es más, cerrarían y se justificaría que así fuera porque no serían un negocio para nadie y es normal que por eso a nadie se le ocurra abrir un restaurante en esas condiciones. Algo parecido ocurre con todos los servicios y negocios que se montan alrededor del turismo.
Quizá por eso en Fitero el número de personas que nos visitan y que dejan riqueza en la Villa, a cambio de disfrutar de lo que se les ofrece, es mínimo o casi nulo, en comparación con el potencial que tiene o podría tener Fitero.
Es posible que si se orientasen las actividades relacionadas con el turismo, para que fueran de utilidad e interés para los turistas, se mejoraran las infraestructuras, etc, se pudiera lograr que Fitero fuese un lugar más turístico.
Aunque es verdad que, yendo hacia el otro extremo, estamos demostrando día a día que lo contrario es cierto y quizá hasta haya que cerrar "el restaurante" porque la gente se siga empeñando en no "venir a comer" en horario de oficina, ni le interesen los pocos "platos" que les ofrecemos en el menú, ni tampoco encuentren nada diferencial en cómo se los preparamos o servimos. Vamos que, hoy por hoy, no descubren casi nada distinto a lo que hay en cualquier otro pueblo, como para venir a disfrutar de las maravillas que, sin embargo, hay en Fitero y que no tienen las demás localidades. Ah y conste que algunas de éstas, con muchos menos recursos que los que tiene Fitero: su monasterio, los balnearios, el paisaje, la gastronomía, el deporte, etc, le sacan muchísimo más partido a lo que tienen. Seguramente porque aunque "querer no siempre es poder", para que pueda ser, antes se tienen que querer o ¿no?