En 1986, Manuel García Sesma publicó una breve reseña de la evolución de INITESA, aclarando que esta marca quería decir Industrias Nicolás Tena, Sociedad Anónima y señalando que, en 1967, tenía 300 empleados (6 administradores, 4 técnicos, 12 encargados y 358 operarios, de los cuales 300 eran mujeres), y su producción del año anterior fue de 175.000 prendas. También añadió que su éxito fue completo, pues en 1971 tenía ya 500 empleados y su producción del año anterior alcanzó 370.000 prendas, ascendiendo el total de erogaciones en salarios, primas y gratificaciones a 54 millones de pesetas. El número de empleados de Fitero era, a la sazón, 250, siendo los restantes de Cintruénigo, Corella, Castejón, Tudela, Rincón de Olivedo, Inestrillas, Igea, Cervera del Río Alhama y las Ventas de los Baños. Para traer y llevar diariamente a estos forasteros, la fábrica disponía de dos grandes autobuses; y para el traslado de las mercancías, de tres camiones.
Así mismo, recogió que INITESA, el 1 de mayo de 1979, después que su propietario, D. Nicolás Tena, tras varios intentos fallidos de reestructuración de la empresa, presentó oficialmente suspensión de pagos, a finales de diciembre de 1978. La situación se puso crítica, pues el posible cierre de la fábrica amenazaba seriamente al vecindario fiterano en general y a no pocos trabajadores foráneos; pero, al final, se pudo resolver el conflicto positivamente, gracias a la intervención decisiva de la Diputación Foral de Navarra, la cual se comprometió, por de pronto, a pagar, a fondo perdido, el 20% de la deuda que tenía contraída el Sr. Tena, con sus acreedores de fuera y que ascendía a unos 107 millones de pesetas. Eso, sin contar la que tenía pendiente con los trabajadores de INITESA y que rondaba los 20 millones. A causa de esta segunda deuda, la fábrica pasó a ser propiedad de los obreros, los cuales constituyeron la nueva empresa FITEX, S. A. L. Para ponerla en marcha, se obtuvo entonces, por las gestiones de la misma Diputación, un préstamo reintegrable en 6 años, de 107.100.000 ptas., concedido, el 21 de febrero de 1980, por el Fondo Nacional de Protección al Trabajo.
FITEX se vio obligada a reducir paulatinamente su plantilla de personal y, en un principio, se dedicó a facturar mano de obra con cargo a terceros que la comercializaban; pero, poco a poco, fue incrementando su comercialización propia. Su facturación, en 1990, con una plantilla de 291 empleados, fue de 150 millones de pesetas; en 1981, con un personal de 250 fue de 255 millones, en 1982, con 228 operarios, de 320 millones; en 1983, con 214 trabajadores, de 350 millones; y en 1984, con 205 operarios, de 400 millones. habiendo sido su producción de 40.987 americanas y 119.000 pantalones.
En el 27 de noviembre de 1984, el ya citado Fondo Nacional de Protección al Trabajo hizo todavía a FITEX un préstamo de 41.680.000 ptas., para hacer nuevas inversiones de tecnología.
FITEX se vio obligada a reducir paulatinamente su plantilla de personal y, en un principio, se dedicó a facturar mano de obra con cargo a terceros que la comercializaban; pero, poco a poco, fue incrementando su comercialización propia. Su facturación, en 1990, con una plantilla de 291 empleados, fue de 150 millones de pesetas; en 1981, con un personal de 250 fue de 255 millones, en 1982, con 228 operarios, de 320 millones; en 1983, con 214 trabajadores, de 350 millones; y en 1984, con 205 operarios, de 400 millones. habiendo sido su producción de 40.987 americanas y 119.000 pantalones.
En el 27 de noviembre de 1984, el ya citado Fondo Nacional de Protección al Trabajo hizo todavía a FITEX un préstamo de 41.680.000 ptas., para hacer nuevas inversiones de tecnología.