martes, 1 de noviembre de 2011

El Camposanto Municipal

Tal como publicó Manuel García Sesma al tratar acerca de los cementerios de Fitero, ya el rey Carlos III [de Borbón] expidió una Real Orden proscribiendo la inhumación en los templos y Carlos IV [de Borbónordenó que se establecieran cementerios, alejados de los poblados, para enterrar en ellos a los fieles. Conque, en vista de ello, en 1804, se empezó a construir, aunque de mala gana, un camposanto donde está precisamente el actual; pero sólo se pusieron algunos cimientos, que quedaron abandonados poco después.
En 1808, estalló la Guerra de la Independencia y los frailes fueron expulsados por el Gobierno de José Bonaparte, no volviendo hasta el verano de 1814. En el ínterin, ya en 1812, se mandó hacer un camposanto nuevo, utilizándose para ello el jardín que hay detrás del Altar Mayor, o mejor dicho, del Ábside, donde se enterró [tal como ya se hiciera en la Edad Mediahasta 1817, en que los monjes volvieron a enterrar en la Iglesia. Pero nuevas órdenes gubernativas insistieron en la prohibición y entonces se levantó definitivamente el cementerio actual; o, mejor dicho, su terraza baja. El último enterrado en la Iglesia fue Sandalio Duarte, casado, que murió el 30 de marzo de 1833, siendo inhumado al día siguiente, por la tarde.
El Libro IV de Difuntos de la Parroquia anota la fecha del 8 de Abril de 1833, como la del estreno del Camposanto actual, siendo el primer vecino enterrado en él Manuel Gómara, alguacil o, como se decía entonces, ministro. Dio la casualidad de que este alguacil fue el que había llevado a la Abadía el Oficio de la Junta de Sanidad, intimándole a que cumpliese lo dispuesto, en este asunto, por las autoridades gubernativas. Para dicha fecha, habían ya muerto en tal año 21 vecinos, falleciendo hasta el final del mismo 127; de manera que en el primer año, se enterraron en el Camposanto actual 106 personas. Merecen citarse entre ellas, a título de curiosidad, Blas Pina, casado, que "murió ahogado en el Río de las Quadras [entre las viviendas del actual Paseo de San Raimundo y la Pieza de la Orden] y bajó hasta la huerta de arriba de este Monasterio"; Felipe Martínez y Toledo, casado, de Cervera [del Río Alhama], que murió el 25 de Septiembre "de resultas de que le cogió un novillo, el día de la Virgen de la Barda"; Raimúndo Pérez, soltero, de 24 años, que murió el 15 de Diciembre, "a resultas de dos puñaladas que recibió"; y el Prior del Convento, D. Norberto del Valle, que murió el 26 de Diciembre.
No estaría nada mal que el Ayuntamiento de Fitero le diese una mano de pintura al cartel que hay encima de la que ahora es sólo una puerta lateral del Camposanto Municipal y que, ya puestos, colocara un cartel en la que ahora es su entrada principal, de modo que lo identificara como tal, y quizá hasta un panel informativo que relate la historia de este cementerio. También sería de utilidad que se hiciera un inventario de los nichos, tumbas y panteones existentes, algunos con cierto valor artístico o histórico, así como de un plano en el que se recogiera su distribución geográfica pues, hoy por hoy, no existe esta información y no hay forma de localizar una tumba ni tampoco de saber quienes están enterrados en ellas. Hasta aquí llega el desinterés y la desidia de quienes administran el Patrimonio de la Villa.