En el vigente Plan Municipal de Urbanismo de Fitero, promulgado en mayo de 2005, se cita un Catálogo en el que constan varios inmuebles que, según el criterio del Ayuntamiento, debían protegerse y conservarse por ser piezas de un conjunto urbano de interés, acogiéndose todos ellos sólo al nivel de Protección Medioambiental, admitiendo en esta categoría trece construcciones. Muchas de las cuales carecen de un interés especial e incluso han sido parcialmente reformadas. Tal es el caso, por ejemplo, de la Parcela 1029 de la Calle Mayor (debería decir Calle Lejalde), que no tiene nada que ver con la fachada que poseía anteriormente y cuyo actual estado, con todos mis respetos para sus propietarios, no destaca de ningún modo especial ni forma parte de ningún conjunto urbano de interés como para figurar en esta categoría. Desconociendo también su posible valor histórico o artístico que pudo originar que se le clasificase en tal categoría.
De modo que, a no ser que alguien, quizá alguno de los que tienen competencias municipales en esta materia, exponga qué méritos le hacen destacar para figurar como uno de los inmuebles que el Ayuntamiento considera que debe conservarse, debería reconsiderarse su situación. Especialmente, cuando hay otros inmuebles que quizá reúnen o reunían más o mejores condiciones para ello y, sin embargo, no son considerados de interés por el Ayuntamiento. Como por ejemplo podrían serlo la casa del Soto o la Nevera de San Valentín si es que alguien se preocupara por proteger estos inmuebles antes de que se conviertan en ruinas arqueológicas como ha pasado también por ejemplo con el Batán de Angós. Por lo que sería bueno que, si se constata que este inmueble de la Parcela 1029 de la Calle Mayor no debiera figurar en esta categoría del Patrimonio Arquitectónico de Fitero, sería bueno que se recalificara su absurda situación actual y que, en su lugar, el Ayuntamiento catalogue aquellos bienes arquitectónicos que realmente presentan motivos más que suficientes para se proteja y que además corren el peligro de desaparecer si no se toman medidas para evitarlo.