El actual término municipal de la Villa es una pequeña parte del que fuera el coto redondo del antiguo monasterio cisterciense de Fitero, cuyo amojonamiento fue constituido en 1168 por mandato del rey de Castilla, Alfonso VIII el Bueno. Uno de los mojones que aún cumplen su función delimitadora es el de la Cueva Negra de la riojana Peña del Saco. Aunque las primeras versiones correspondientes a las periódicas revisiones del citado amojonamiento del coto redondo no eran lo suficientemente detalladas como para citar esta cueva fiterana, figura por primera vez en la realizada en 1610, con motivo de la delimitación de la parte destinada a regadío por los cistercienses. De hecho, con el mojón de la Cueva Negra comenzaba y acababa el recorrido circular por ambas orillas del río Alhama con el que se delimitaban los términos de regadío que entonces poseía el monasterio en Fitero, describiéndo este mojón como: En la Peña del Saco, en la Cueva Negra de ella que está al pie de la misma peña, pegada al álveo del Río Alhama, frontero del Barranco de Valdecañueca [así se llamaba desde mediados del siglo XII, al menos, el Barranco de Baños de Fitero que ahora sirve de frontera entre Navarra y La Rioja], por donde bajan las aguas calientes y entran en el dicho Río de Alhama. La qual dicha Cueva, como esta declarada, por ser muy segura, cierta y perpetua que ningun otro mojón que se pueda poner, se declara por mojón en el dicho lugar.
Aún es visible el mojón de cemento que hay junto a la Cueva Negra y que, a pesar de que en su base cilíndrica figuran sendas placas metálicas con los letreros correspondientes a las provincias de Navarra y de Logroño, ahora, desde el trabajo que hizo José María Jimeno Jurío para el Gobierno de Navarra, al menos, ya no cumple la misión de límite entre las dos Comunidades Autónomas correspondientes pues las autoridades navarras, tanto las municipales como las forales, se han desentendido de cuidar como merece éste y otros límites del menguante término municipal de Fitero. En este caso, también se puede decir que se trata del menguante viejo reino de Navarra.
No obstante, al margen de a quién pertenezca ahora la Cueva Negra, quienes visitan Baños de Fitero en período estival pueden cruzar el río Alhama a la vera de la fronteriza Peña del Saco, aprovechando el paso sumergido que allí encementó el Ayuntamiento de Cervera del Río Alhama. Sin embargo, los peatones que desean pasear por sus contornos lo tienen más difícil pues no hay ningún paso accesible entre los puentes que salvan el curso del río Linares, justo antes de su desembocadura en el Alhama, y del propio río Alhama a las afueras de Fitero. Ojalá las autoridades competentes tomen cartas en este asunto y favorezcan la explotación turística de los interesantes y ricos recursos naturales e históricos que hay junto a los Baños de Fitero. Además de facilitar el paso a la margen derecha del Alhama, quizá podrían también acondicionar el acceso y la visita a la Cueva Negra, de modo que ésta pudiera ser mejor conocida tanto por los fiteranos y cerveranos como por quienes nos visitan.
No obstante, al margen de a quién pertenezca ahora la Cueva Negra, quienes visitan Baños de Fitero en período estival pueden cruzar el río Alhama a la vera de la fronteriza Peña del Saco, aprovechando el paso sumergido que allí encementó el Ayuntamiento de Cervera del Río Alhama. Sin embargo, los peatones que desean pasear por sus contornos lo tienen más difícil pues no hay ningún paso accesible entre los puentes que salvan el curso del río Linares, justo antes de su desembocadura en el Alhama, y del propio río Alhama a las afueras de Fitero. Ojalá las autoridades competentes tomen cartas en este asunto y favorezcan la explotación turística de los interesantes y ricos recursos naturales e históricos que hay junto a los Baños de Fitero. Además de facilitar el paso a la margen derecha del Alhama, quizá podrían también acondicionar el acceso y la visita a la Cueva Negra, de modo que ésta pudiera ser mejor conocida tanto por los fiteranos y cerveranos como por quienes nos visitan.