Al comienzo de la primavera de 2009, tras haber sido derribado el inmueble de la Parcela 1039 de la Calle Mayor, que estaba incluido en el Inventario Arquitectónico de Interés Histórico-Artístico de Navarra, el Ayuntamiento procedió a recoger el escudo heráldico de los Octavio de Toledo, depositándolo temporalmente en el jardín de la casa de campo de un vecino de la Villa.
Los Octavio de Toledo de Corella, originarios de Tarazona, obtuvieron sentencia ejecutoria de hidalguía muy avanzado el siglo XVIII, basándose en su parentesco con los Larramendi de Lerín que, por su parte, la habían obtenido en 1775. De acuerdo con lo publicado por Francisco Alfaro Pérez y Begoña Domínguez Cavero, quienes también detallaron que el escudo de los Octavio de Toledo de Fitero tiene los mismos cuarteles que el de las armas de los Octavio de Toledo que hay en la Calle de La Reja de Corella, aunque en este caso el escudo carece de las lanzas y de la corona de laurel que acompañan al de Fitero. Éstos corresponden a la faceta militar de la rama de esta familia que se fundó en Fitero cuando aquí se trasladó a vivir el corellano Bernardo Octavio de Toledo y Arenal, siendo acreditada su hidalguía en 1779, tal como figura en el Libro de Alistamientos de Soldados de Fitero, que se conserva en el Archivo Municipal para que se le aplicasen las exenciones pertinentes.
Los Octavio de Toledo de Corella, originarios de Tarazona, obtuvieron sentencia ejecutoria de hidalguía muy avanzado el siglo XVIII, basándose en su parentesco con los Larramendi de Lerín que, por su parte, la habían obtenido en 1775. De acuerdo con lo publicado por Francisco Alfaro Pérez y Begoña Domínguez Cavero, quienes también detallaron que el escudo de los Octavio de Toledo de Fitero tiene los mismos cuarteles que el de las armas de los Octavio de Toledo que hay en la Calle de La Reja de Corella, aunque en este caso el escudo carece de las lanzas y de la corona de laurel que acompañan al de Fitero. Éstos corresponden a la faceta militar de la rama de esta familia que se fundó en Fitero cuando aquí se trasladó a vivir el corellano Bernardo Octavio de Toledo y Arenal, siendo acreditada su hidalguía en 1779, tal como figura en el Libro de Alistamientos de Soldados de Fitero, que se conserva en el Archivo Municipal para que se le aplicasen las exenciones pertinentes.
El susodicho inmueble no se había catalogado en el vigente Plan Municipal de Urbanismo de Fitero, lo que debió facilitar que acabara siendo derruido. No obstante, en el artículo de dicho plan que define el Patrimonio Arquitectónico de Fitero se recogía que de acuerdo con el Decreto 561/1963, quedan protegidos, como motivos irreemplazables del Patrimonio Cultural de Fontellas, cualquier ornato de carácter heráldico que figure en sus edificaciones. Supongo que por el hecho de que así se legislara en nuestra Villa, los blasones heráldicos de Fitero no pasaron a ser parte del Patrimonio Cultural de Fontellas y que dicha afirmación del Plan Municipal de Urbanismo de Fitero se debe a un error o al desconocimiento de quienes lo redactaron y aprobaron. En cualquier caso, espero que a pesar del desinterés de quienes permitieron que así se legislara en Fitero, el Ayuntamiento de la Villa haya cumplido con el decreto que protegía al escudo de los Octavio de Toledo y que lo hayan puesto a buen recaudo hasta que lo repongan en el lugar que le corresponda según la Ley.