Inicialmente el antiguo Monasterio de Fitero careció de todo tipo de emblema o escudo heráldico propiamente dicho. Con el paso del tiempo fueron sus señores abades, que también eran señores de la villa de Fitero, quienes comenzaron a usar su propio escudo nobiliario durante su abadiazgo como escudo del Monasterio de Fitero. Al menos así consta a partir de principios del siglo XVI, pues se pueden ver en el claustro bajo del monasterio de Fitero diversas representaciones de los escudos nobiliarios de los dos abades Egüés, tío y sobrino, que gobernaron sucesivamente la abadía de Fitero entre 1503 y 1540, así como entre este año y 1580, respectivamente.
No se sabe cuándo fue cuando uno de los abades fiterienses decidió dotar al monasterio de Fitero de un escudo heráldico propio que, según Manuel García Sesma, constaba de un cuartel único, con la apoteosis de San Raimundo, y en bordura, las cuatro cruces de las Órdenes Militares peninsulares: Calatrava, Alcántara, Cristo de Portugal y Montesa, y que, posteriormente fue sustituido por el que ya figura en la parte superior del retablo de San Miguel que se conserva en el crucero de la iglesia del antiguo monasterio de Fitero y que data del siglo XVII, concretamente, consta que la realización de este retablo le fue encargada al alfareño Juan Irigoyen Macaya en 1614. Así que no cabe duda de que este escudo tuvo que ser anterior a esta fecha, aunque los abades de Fitero también siguieron usando su escudo personal mientras ostentaban dicha dignidad.
De acuerdo con la descripción heráldica que hiciera Alberto Gómez González, en 1956, se trata de un escudo medio partido y cortado: el 1º ostenta la apoteosis de San Raimundo; el 2º las Cruces de Calatrava, Alcántara, Cristo y Montesa, puestas en cruz; 3º el típico brazo revestido de la cogulla cisterciense y empuñando báculo abacial. Todo el escudo está sostenido por una gran cruz de Calatrava. (Esmaltes ignorados por el autor). Nota ésta que hacía referencia a que este autor cisterciense desconocía los atributos cromáticos o el colorido usado en el escudo del monasterio de Fitero. Al menos, en el momento en el que hizo la citada descripción a partir del sello correspondiente a este escudo que aún se conserva en el museo del cercano monasterio de las religiosas cistercienses de Santa María de la Caridad de Tulebras, adonde llegó tras la desamortización de 1835. Seguramente porque no visitó la iglesia del antiguo monasterio de Fitero y, por tanto, no pudo observar la representación más antigua que se conoce de este escudo, ubicada en la parte superior del retablo del arcángel San Miguel, que data del siglo XVII. Escudo monacal de Fitero que se encuentra representado bajo la corona real que representa a su Patronato Real, como registré en el Tesoro del Patrimonio Histórico de Fitero, y, todo ello a su vez, bajo la mitra abacial que hace referencia al citado señorío ejercido entonces por el abad sobre el monasterio y la Villa.
Con el cambio del último milenio, la asociación cultural Amigos del Monasterio de Fitero recuperó una variante del escudo que figura en el sello conservado en Tulebras, luciéndolo en las capas color crudo con las que algunos de sus socios se revisten en algunas ocasiones destacadas en las que intervienen, como parte de sus actividades folclórico-culturales. Si bien el fondo del escudo que figura en las capas y en las publicaciones de esta asociación, a diferencia del que hay en el retablo de San Miguel, es un esmalte azur (azul).