Era el único edificio cuya fachada estaba decorada al estilo del movimiento Art Decó que había en Fitero. Se trataba de un mirador de forja que había realizado artesanalmente Simón Muñoz, quién también fue mecánico y empresario pues, además de abrir su propio taller mecánico también fue el primero que abrió una gasolinera en la Villa, siendo una de las primeras que hubo en Navarra.
El inmueble de la Parcela 1020 de la Calle Lejalde, a pesar de compartir características con muchos inmuebles que están acogidos a Protección Medioambiental por el vigente Plan Municipal de Urbanismo de Fitero, no estaba incluido en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico de Fitero. Tan sólo era uno de los candidatos a ser incluido en dicho catálogo cuando éste se ampliara en un futuro y eso que era uno de los tres únicos edificios que el Servicio de Patrimonio de la institución Príncipe de Viana o sea el Gobierno de Navarra tenía incluido en el Inventario Arquitectónico de Interés Histórico-Artístico de Navarra. Vaya dislate que cometió el Ayuntamiento de Fitero, aunque para desgracia de los fiteranos no fue el único que sufrió este mirador Art Decó ni está sufriendo el Patrimonio de la Villa.
Hace poco más de un lustro, los propietarios del inmueble debieron alegar que estaba en muy mal estado y que, además, querían construir en el inmueble varios pisos, como así acabaron haciendo. Desde la institución Príncipe de Viana no objetaron nada porque el Ayuntamiento de Fitero, en contra de la opinión de aquella, ni siquiera consideraba al inmueble digno de Protección Medioambiental, así que debieron llegar al acuerdo de que, dado el valor artístico del mirador de forja, el Ayuntamiento se comprometía a conservarlo y a ocuparse de que volviera a formar parte del Patrimonio Arquitectónico de los fiteranos. De este modo el inmueble fue descatalogado por el Gobierno de Navarra.
Una vez desmontada la forja durante las obras del derribo del inmueble, el Ayuntamiento cumplió su promesa y se preocupó de que los componentes del mirador Art Decó fueran almacenados junto a la antigua depuradora municipal, en las proximidades del pantano del Olmillo, donde los apilaron horizontalmente y los cubrieron con una lona, a la espera de su restauración. Posteriormente, la lona debió ser necesaria para cubrir otras prioridades municipales y desde el Ayuntamiento decidieron apilar verticalmente los oxidados componentes de aquél bonito mirador Art Decó, que habían sobrevivido al paso del tiempo, en el patio trasero de la citada depuradora, donde se podían ver hasta que finalmente hace unas semanas desaparecieron. No, no se los ha llevado un chatarrero ni han sido completamente destruidos. Al menos parte de los componentes del mirador Art Decó, del único inmueble de este estilo que hubo en Fitero, asoman ahora por encima de la tapia de una casa de campo de las afueras de la Villa. Ojalá sus nuevos propietarios les den buen uso a sus restos.
Esperemos que lo que queda del antiguo monasterio de Fitero y de otros componentes del rico Patrimonio Histórico de Fitero tengan mejor futuro que este desaparecido inmueble pues ya hemos visto para qué han servido el interés del Gobierno de Navarra o del Ayuntamiento de Fitero a la hora de proteger esta parte del patrimonio de los fiteranos. Algo que no cambiará mientras no valoremos nuestro patrimonio ni le exijamos a quienes gobiernan las instituciones que cumplan las leyes y que protejan nuestros intereses, los de todos, quiero decir.
Esperemos que lo que queda del antiguo monasterio de Fitero y de otros componentes del rico Patrimonio Histórico de Fitero tengan mejor futuro que este desaparecido inmueble pues ya hemos visto para qué han servido el interés del Gobierno de Navarra o del Ayuntamiento de Fitero a la hora de proteger esta parte del patrimonio de los fiteranos. Algo que no cambiará mientras no valoremos nuestro patrimonio ni le exijamos a quienes gobiernan las instituciones que cumplan las leyes y que protejan nuestros intereses, los de todos, quiero decir.