El 13 de agosto de 1834, Carlos José Pelleport, médico titular de Estella, solicitó a la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina y Cirugía su apoyo para que le concediesen la plaza de Médico-Director de Baños de Fitero como compensación por los méritos contraídos en defensa de la causa liberal en la división del general [Manuel] Lorenzo sobre los cuales "ha recaído una particular recomendación para que sean atendidos los interesados comprendidos en la Real Órden expedida por el Ministro de la Guerra". En la Secretaría de la Junta consta que Fitero fue uno de los sitios provistos en la primera oposición, en la cual lo obtuvo D. Ángel Sanz y Muñoz, pero por pertenecer al monasterio de Bernardos de aquella Villa y por otras causas, fue trasladado este Director a los de Villavieja [Castellón].
El Gobierno, en 21 de junio de 1836, pidió informe, con urgencia, a la Junta, sobre la instancia de D. José Pelleport, exponiendo, en solicitud de los Baños de Fitero, que hallándose de médico en Estella al estallar la facción en Navarra, fue el primero que se incorporó al ejército de [Pedro] Sarsfield, prestando servicios gratuitos, distinguiéndose en la acción de Asarta, por lo cual mandó S. M. [María Cristina de Borbón-Dos Sicilias] se le premiase, hallándose posteriormente en otros varios hechos de armas, siempre manteniéndose a sus expensas, sin emolumento alguno. Acompaña documentos que justifican sus servicios en los hospitales de campaña como primer Ayudante de Cirugía, por lo que se le concedió la pensión anual de 2.400 reales, que renunció a favor del Estado. De ahí que el Gobierno, en 11 de Julio de 1836, participa que la Reina Gobernadora se ha servido conferir interinamente la Dirección de los Baños de Fitero a D. José Pelleport, hasta que se verifique la oposición a esta plaza, según publicó Leopoldo José María Martínez Reguera. Quién también recogió la reclamación que hizo este médico el 17 de Abril de 1837, porque aún no había cobrado ningún sueldo, ya por las dudas ocurridas por el cambio de jurisdicción territorial, pues desde la provincia de Logroño ha pasado a la de Navarra, ya por carencia de fondos de Propios. Así como la respuesta que éste obtuvo del Gobierno, el 11 de Mayo de dicho año, en la que se le comunicaba que S. M. se ha dignado resolver que "mediante haber sido empleado Pelleport en virtud del nombramiento Real se le satisfaga por la pagaduría del propio Ministerio (de la Gobernación), en aquella provincia, el haber que le corresponde desde el día que tomó posesión de su destino, hasta el 1º de Octubre de 1836, en que se cerraron médicamente los Baños", esto es, hasta que se acabó la temporada oficial de ese año. Aunque se había previsto que ésta fuera entre el 15 de Mayo al 15 de Octubre de 1836.
Tras presentar su primera memoria el 20 de Diciembre de 1836 y la segunda el 26 de Marzo de 1838, en la que hizo una descripción de las aguas y baños de Arnedillo, y algunas indicaciones sobre las de Fitero y Grávalos, presentó el 22 de Noviembre de este año su segunda y última reclamación porque aún no había cobrado ningún sueldo desde que comenzó a ejercer en Fitero como Médico-Director, antes de abandonar esta función, pues también registró Leopoldo Martínez que, poco después de que abdicase la reina regente y marchase al exilio parisino, el Alcalde Constitucional de Calatayud, en 30 de Noviembre de 1840, dice que, aunque los Baños de Fitero radican fuera de su jurisdicción municipal, se cree en el deber de manifestar el estado de abandono en que se encuentran, por llevar su Director interino, D. José Pelleport, más de tres temporadas sin presentarse en ellos, lo cual los está desacreditando, "mediante a que los enfermos son árbitros de sí mismos y sus únicos directores". Constando que el cirujano Carlos José Pelleport falleció antes de que acabara ese mismo año.
El Gobierno, en 21 de junio de 1836, pidió informe, con urgencia, a la Junta, sobre la instancia de D. José Pelleport, exponiendo, en solicitud de los Baños de Fitero, que hallándose de médico en Estella al estallar la facción en Navarra, fue el primero que se incorporó al ejército de [Pedro] Sarsfield, prestando servicios gratuitos, distinguiéndose en la acción de Asarta, por lo cual mandó S. M. [María Cristina de Borbón-Dos Sicilias] se le premiase, hallándose posteriormente en otros varios hechos de armas, siempre manteniéndose a sus expensas, sin emolumento alguno. Acompaña documentos que justifican sus servicios en los hospitales de campaña como primer Ayudante de Cirugía, por lo que se le concedió la pensión anual de 2.400 reales, que renunció a favor del Estado. De ahí que el Gobierno, en 11 de Julio de 1836, participa que la Reina Gobernadora se ha servido conferir interinamente la Dirección de los Baños de Fitero a D. José Pelleport, hasta que se verifique la oposición a esta plaza, según publicó Leopoldo José María Martínez Reguera. Quién también recogió la reclamación que hizo este médico el 17 de Abril de 1837, porque aún no había cobrado ningún sueldo, ya por las dudas ocurridas por el cambio de jurisdicción territorial, pues desde la provincia de Logroño ha pasado a la de Navarra, ya por carencia de fondos de Propios. Así como la respuesta que éste obtuvo del Gobierno, el 11 de Mayo de dicho año, en la que se le comunicaba que S. M. se ha dignado resolver que "mediante haber sido empleado Pelleport en virtud del nombramiento Real se le satisfaga por la pagaduría del propio Ministerio (de la Gobernación), en aquella provincia, el haber que le corresponde desde el día que tomó posesión de su destino, hasta el 1º de Octubre de 1836, en que se cerraron médicamente los Baños", esto es, hasta que se acabó la temporada oficial de ese año. Aunque se había previsto que ésta fuera entre el 15 de Mayo al 15 de Octubre de 1836.
Tras presentar su primera memoria el 20 de Diciembre de 1836 y la segunda el 26 de Marzo de 1838, en la que hizo una descripción de las aguas y baños de Arnedillo, y algunas indicaciones sobre las de Fitero y Grávalos, presentó el 22 de Noviembre de este año su segunda y última reclamación porque aún no había cobrado ningún sueldo desde que comenzó a ejercer en Fitero como Médico-Director, antes de abandonar esta función, pues también registró Leopoldo Martínez que, poco después de que abdicase la reina regente y marchase al exilio parisino, el Alcalde Constitucional de Calatayud, en 30 de Noviembre de 1840, dice que, aunque los Baños de Fitero radican fuera de su jurisdicción municipal, se cree en el deber de manifestar el estado de abandono en que se encuentran, por llevar su Director interino, D. José Pelleport, más de tres temporadas sin presentarse en ellos, lo cual los está desacreditando, "mediante a que los enfermos son árbitros de sí mismos y sus únicos directores". Constando que el cirujano Carlos José Pelleport falleció antes de que acabara ese mismo año.