En 1167 y en el monasterio cisterciense de Fitero firmaron las paces los reyes de Castilla y de Navarra, Alfonso VIII el Bueno y Sancho VI el Sabio, respectivamente. Al año siguiente, el castellano le otorgó a su recién recuperado monasterio el dominio sobre el territorio que, desde entonces, configuró su coto redondo (antecedente del actual término municipal de Fitero), delimitando los mojones que marcaban su frontera con los términos de las localidades vecinas de su reino y de los de las poblaciones fronterizas de Navarra y Aragón. Buena parte de estos mojones correspondían a accidentes geográficos fácilmente identificables todavía o a la ubicación de destacadas construcciones, como por ejemplo la mezquita que hubo a la vera de la estanca de Cintruénigo. Embalse que está próximo al actual límite entre los términos municipales de Fitero y Cintruénigo, conociéndose aún la parte fiterana como La Morería, y quedando también muy cerca el término cirbonero de las Medinas, ambos de indudable reminiscencia musulmana. Siendo muy probable que estos dos vocablos pertenecieran anteriormente a otra localidad que hubo allí y cuyo nombre, Lorcenec o Lorcénigo, todavía se conservaba a mediados del siglo XII.
La falta de documentación impide saber si quienes edificaron e hicieron uso de esta mezquita medieval fueron los habitantes musulmanes del desaparecido Lorcénigo o si pudieron ser algunos de los que habitaron en Cintruénigo hasta principios de 1119. Fecha en la que el rey de Aragón y Pamplona, Alfonso I el Batallador, reconquistó el valle del Alhama o valle de las aguas termales, e impuso a la población musulmana que no quiso exilarse, la condición de tener que trasladarse a vivir extramuros. Siguiendo la misma suerte que los musulmanes de la recién reconquistada Tudela y que, poco antes, también habían corrido los de Zaragoza, donde estuvo la capital del homónimo reino musulmán al que, hasta entonces, había pertenecido el valle del Alhama.
En cualquier caso, esta mezquita se encontraba junto a la acequia o canal del Rey que aún pasa al oriente de la estanca cirbonera y su referencia siguió siendo utilizada como mojón del coto redondo del monasterio de Fitero hasta bien entrada la Edad Moderna. Pues, en 1655, se añadió el detalle de que la mezquita se encontraba junto al pretil o muro de sillares de piedra que todavía se puede ver, junto con sus contrafuertes, cerca del lugar por donde desagua esta estanca. Por lo que quizá una prospección arqueológica permitiría datar mejor el pretil y localizar posibles restos de esta mezquita medieval.